En una sociedad confuciana, en la que la doctrina y la ética confuciana sirven como guía, el Derecho es pasible de ser un aparato para reforzar las normas confucianas de autoridad predeterminadas. Dado que es todo justificación, no hay fuerza de represión. Es por esta razón que las leyes bajo una filosofía confuciana son más a menudo un conjunto de "No hagas..." más que de "haz...", es decir, un código para desalentar desviaciones y prevenir la infracción de reglas aceptadas y de la costumbre.